Un día, el mundo se transformó en un juego.

Aparecieron mazmorras y monstruos en medio de las ciudades, y junto a ellos, surgieron jugadores que habían recibido la autoridad de los dioses.

Entre ellos estaba Se-jun Lee, el maestro del gremio Messiah, destinado a traer la salvación al mundo.

“Salvemos el mundo juntos. Pongamos fin a esta pesadilla.”

Todo el mundo celebró la llegada de este héroe,
y yo me convertí en su compañero.

Pero…

Él no era el héroe ni el mesías que todos proclamaban.
Era un falso salvador con la ambición secreta de dominar el mundo.

“Lo hiciste bien. Sin ti, no habría llegado hasta aquí.”

Perdí la vida por su espada en la última mazmorra.

…o eso pensé.

El anuncio que escuché al morir fue:
[Iniciando el juego.]

Regresé al pasado, al momento en el que aún no había despertado como jugador.

Y esta vez, es mi turno…

De cazarlo….